¿Luces on-off?

Hablar de sexo siempre es emocionante, pero cuando se trata de decidir entre luces encendidas o apagadas, la conversación puede volverse aún más interesante.

Aunque parezca un tema simple y sin sentido, la iluminación, o falta de ella, también puede influir en cómo se experimenta el placer y el deseo. Con las luces encendidas, se crea el ambiente más activo y dinámico, perfecto para quienes disfrutan de un encuentro lleno de energía y exploración visual.

Por otro lado, la oscuridad, amplifica las sensaciones táctiles y auditivas, lo que puede hacer que los pequeños detalles como un susurro o una caricia, se sientan mucho más intensos.

Ambas opciones tienen su magia, y alternarlas puede mantener la chispa viva en una relación, por ello te dejamos unas cuantas ventajas de ambas opciones para que encuentres lo que mejor te funciona.

Luces encendidas o apagadas

Si eres de aquellos que prefieren dejar las luces encendidas, ¡felicidades!, estás apostando por la transparencia y la conexión visual, pero ¿por qué es tan especial?

Brinda mayor comunicación visual: con la luz puedes observar las reacciones de tu pareja, lo que ayuda a entender lo que le gusta y lo que no.
Refleja seguridad y autoestima: tener las luces encendidas puede ser una oportunidad para fortalecer la confianza corporal. Ver y ser visto sin filtros fomenta la aceptación más genuina de tu cuerpo y la de tu pareja.
Exploración total: las luces encendidas permiten que descubras cada rincón del cuerpo de tu pareja, apreciando su belleza sin reservas. Además, facilita experimentar nuevas posiciones o técnicas al poder observar claramente lo que está haciendo.

Por otro lado, tener sexo en la penumbra o completa oscuridad tiene su propio encanto. Para muchos, las sombras crean un ambiente lleno de misterio y emoción.

Fomenta la imaginación: en la completa oscuridad, los sentidos se agudizan. Al no ver completamente a tu pareja, tu cerebro se enfoca en lo que sientes, escuchas y hueles, intensificando las sensaciones.
No se cohíben: las luces apagadas ayudan a quienes son más íntimos o son más inseguros. Sin un foco encima, es más fácil soltarse y disfrutar del momento sin preocuparse por cómo se ven.

Esto ayuda principalmente a las parejas que es su primera vez y no quieren tener una presión adicional.

Ambiente romántico: la falta de luz crea un ambiente íntimo y sensual, ideal para dejarse llevar por las emociones.

Como tal no hay una respuesta definitiva sobre si es mejor tener sexo con las luces encendidas o apagadas. Todo depende de lo que tú y tu pareja prefieran.

Algunas personas incluso optan por lo mejor de ambos mundos: usar una luz tenue o velas para encontrar un equilibrio entre conexión visual e intimidad. Las luces tenues ayudan a matizar las luces y sombras, lo que agrega un toque único y romántico como de película.

Lo importante es pasarla bien, seguros y sentirse cómodos mutuamente. Y si quieren seguirse divirtiendo con consejos más picantes, les recomendamos seguirnos en nuestras redes sociales oficiales; Instagram, X y Facebook, además de protegerse con nuestros condones y lubricantes Prudence.