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El arte de estimular los senos

El arte de estimular los senos

¿Sabías que los senos no solo son una parte del cuerpo sexy, sino también una zona erógena brutalmente poderosa? Si pensabas que solo estaban ahí para lucir escotes y sujetadores bonitos, déjanos decirte que estás muy alejado de la realidad. 

La estimulación de senos puede ser un gran salto en la trama de tus encuentros sexuales. Ya sea que tengas boobies o juegues con las de alguien más, conocer cómo, cuándo y con qué intensidad tocarlas puede encender la pasión y llevar el placer a niveles insospechados.  

¿Por qué los senos son tan sensibles?

Los senos están llenos de terminaciones nerviosas, sobre todo alrededor de los pezones y la areola. Esta zona puede reaccionar al tacto, al calor, a la succión y a la presión con mucha intensidad. 

Para muchas personas, la estimulación de senos puede incluso llevar a un orgasmo sin tocar otras partes del cuerpo. Increíble, ¿no?

Además, el cerebro está conectado a estas sensaciones. Cuando se estimulan los senos, se liberan oxitocina y dopamina, que no solo aumentan el placer, sino que también crean vínculos emocionales. Es como tener un botón de placer justo en el pecho. 

Sin embargo, cada persona decide con qué, cómo, la presión y el tiempo que se deben de estimular. Siempre procura estar al pendiente de las reacciones, movimientos y gemidos. La comunicación es clave en todo momento y ella te llevará a saber cómo tocar a tu pareja. 

Cómo tocarlos (sin regarla)

Spoiler alert: ¡no es apachurrar como si fuera una pelota antiestrés! Cada par de senos es completamente diferente, así que el secreto está en observar, preguntar y experimentar. Aquí tienes una serie de consejos introductorios que te pueden ayudar, aunque recuerda preguntar en todo momento:

Tacto suave primero: empieza con caricias ligeras, incluso por encima de la ropa. Toca suavemente con las yemas de los dedos, la palma o incluso el dorso de la mano. Haz círculos alrededor del pezón, sin tocarlo directamente al principio. Esto creará una anticipación y resultará más excitante. 

Lengua traviesa: tu lengua puede ser la mejor aliada. Lamer suavemente, ¡sin morder!, jugar con la punta en el borde de la areola y pasarla por el pezón puede generar escalofríos deliciosos.

Boca creativa: succionar (con suavidad) puede ser increíble. No se trata de “ordeñar” ni de creerse una aspiradora; más bien piensa en besos húmedos, ligeros mordiscos y mucha intensión. 

Usa las dos… Manos: mientras una mano acaricia el cuerpo o juega con el clítoris, pene u otras zonas del cuerpo, la otra puede estimular los senos. ¡Sé un multitask del placer!

Como consejos adicionales, te recomendamos utilizar lubricantes que harán que todo se sienta más suave o sensual; así como juguetes succionadores (Bésame mucho) o vibradores pequeños (Amor chiquito), con ellos puedes intensificar la experiencia. 

O, si lo prefieres, puedes jugar con la temperatura, utilizando hielos o cosas calientes como cera especial para el cuerpo y despertar nuevas sensaciones. 

En resumen…

Los senos merecen su momento protagónico en el juego sexual. No solo son bonitos, son una zona hot llena de posibilidades. Explora, pregunta y toca con intensión… ¡Dejarte llevar es la clave para transportar el placer a otro nivel!

Ahora ya lo sabes, tocar bien y darles la atención que se merecen, también es parte de una buena educación sexual. Y si tienes dudas, ¡puedes volver a leer este artículo antes de lanzarte al delicioso!

Fuentes:

Sexualidad