Imagínate que estás en plena acción cuando, de repente, escuchas un sonido extraño parecido a un pedo. ¡Qué pena! ¿No crees? Sobre todo si todavía no tienes confianza con tu pareja.
Lo primero que haces es morirte de la pena, después ves todo más claro y tratas de explicar que no te echaste un gas. Quizá sólo te haces de la vista gorda o disimulas haciendo otros ruidos.
Sabemos que la connotación de la palabra “pedo” nos hace pensar inmediatamente en algo desagradable. Si esto te llega a suceder, no tienes nada de qué preocuparte, tampoco tu pareja debe sentirse incómoda, apenada o tomarlo como un motivo de burla. Los pedos vaginales son normales y es común que nos pasen.
¿Qué son?
Lo primero que debemos entender es que los pedos vaginales no son flatulencias, producto de la fermentación de la comida, ni provienen del intestino, ni tienen olor. Son simplemente aire.
Los pedos vaginales (ventosidades) ocurren cuando entra aire a la cavidad vaginal y sale acompañado de un sonido al romper el vacío.
¿Por qué ocurren?
Los pedos vaginales suelen ocurrir con mayor frecuencia durante el sexo y en ciertas posiciones sexuales, sin embargo, no es una condición.
Existen algunos facilitadores que pueden propiciar que los pedos vaginales ocurran:
- Al abrir mucho las piernas a la hora de hacer ejercicio o practicar algún tipo de danza, etc.
• En algunas posiciones sexuales
• En la entrada y salida del pene durante la penetración.
Para entender este evento, es necesario tener claro que no todas las vaginas son iguales. El sexólogo Hilippe Kempeneers, explica que los pedos vaginales dependen más de una cuestión de manipulación que de que posiciones sexuales.
Así que no te limites, intenta todas las posiciones sexuales que puedas. Recuerda que lo más importante es que disfrutes de tus encuentros sexuales.
¿Se pueden evitar los pedos vaginales?
Algunos expertos dicen que puedes evitarlos pero es importante tomarlo como algo natural, producto de nuestro cuerpo. Si te llega a pasar no debes sentir pena; no es sinónimo de tener poca higiene.
Lo mejor que puedes hacer es conocer este proceso y explicarle a tu pareja qué sucede. Puede ser algo gracioso, pero tu pareja debe mostrarse respetuosa contigo; en ningún caso debería hacerte sentir mal por ello.
Para evitarlo puedes intentar lo siguiente:
- Cambiar las posiciones sexuales que impliquen una gran abertura vaginal.
• Tratar de que en la penetración el pene de tu pareja no entre ni salga en su totalidad para evitar meter aire en la vagina.
• Fortalecer los músculos vaginales a través de ejercicios.
Yaotzihuatl Peña Rojas.
Educadora de la sexualidad.