Teabagging, más que un té de bolsita

Si has escuchado la palabra teabagging en alguna conversación, video o posteo de alguna red social, es probable que te hayas preguntado: ¿eso qué es? Aunque el nombre puede sonar gracioso, el teabagging es una práctica sexual que existe, tiene sus fans y, como todo en el sexo, debe hacerse con consentimiento y buena comunicación.

El teabagging es un término en inglés que viene de la comparación visual con el acto de meter una bolsita de té (tea bag) en una taza. En el contexto sexual, se refiere a cuando una persona (generalmente con pene) baja sus testículos sobre la boca o la cara de otra persona, de manera juguetona o como parte de la estimulación oral.

Puede incluir el roce, pequeños golpecitos suaves o incluso que la otra persona chupe o lama los testículos. No hay una sola forma de hacerlo, lo importante es que ambas partes estén de acuerdo y lo disfruten.

¿Es solo para hombres?

No necesariamente. Aunque el teabagging suele referirse al contacto con los testículos, lo más relevante es la dinámica erótica que se genera. Algunas personas también usan el término para describir juegos similares con otras zonas erógenas, siempre en un contexto consensuado.

Hay varias razones por las que el teabagging puede resultar excitante:

Dominio y sumisión: en algunos casos se da en un juego de roles donde una persona asume el control y la otra se entrega de forma voluntaria. No tiene que ser algo extremo; puede ser parte del coqueteo en la cama.
Estimulación física: los testículos son una zona muy sensible y pueden generar mucho placer cuando se estimulan suavemente.
Exploración y diversión: a veces lo nuevo, lo diferente o lo “prohibido” genera morbo o curiosidad. ¡Y eso también es válido!

¿Cómo hacerlo de forma segura y placentera?

Si tú o tu pareja están interesados en probarlo, aquí te van unos tips para que la experiencia sea cómoda, divertida y respetuosa.

Hablen primero: no todas las personas se sienten cómodas con esta práctica, así que antes de intentar algo así, pregunten y acuerden qué sí y qué no es válido.

Cuida la higiene: como cualquier juego sexual que involucre la boca y zonas íntimas, la limpieza es importante. Una ducha rápida antes puede hacer la diferencia.

Sin presionar ni forzar: el placer se trata de dar y recibir. Si algo no se siente bien, se dice. Si a tu pareja no le gusta o no se siente cómoda, simplemente se busca otra forma de disfrutar.

Cuidado con los movimientos bruscos: los testículos son delicados. Evita los golpes fuertes o movimientos muy intensos que puedan causar incomodidad o dolor.

En general, el teabagging es una práctica de bajo riesgo si se realiza con cuidado e higiene. Pero si hay heridas abiertas, llagas o infecciones en boca o genitales, es mejor abstenerse hasta que todo esté sano. También es buena idea evitarlo si alguna de las personas tiene infecciones de transmisión sexual (ITS) no tratadas.

El teabagging puede ser un juego sexual divertido, curioso y placentero para algunas parejas. No es para todo el mundo, pero si te da curiosidad, lo importante es tener comunicación, consentimiento y cuidado. El sexo también es para reír, experimentar y conectar desde lugares inesperados.

Así que si algún día escuchas, ¿te animas a probar algo diferente?, ya sabes que el teabagging es otra opción en el menú del placer… ¡Y no tiene nada que ver con preparar té!

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