La palabra “virginidad” siempre ha traído una carga simbólica enorme, sobre todo tratándose de las mujeres. Culturalmente, se ha asociado con la “pureza”, la “honestidad”, el “honor familiar” y hasta con el valor social de una persona.
Es más un constructo social que un hecho en sí. En términos biológicos, muchas veces se ha ligado erróneamente a la presencia o ausencia de himen, una membrana en la entrada de la vagina que no define en absoluto si alguien ha tenido sexo o no.
Pero… ¿Realmente existe la virginidad? La respuesta es no. La virginidad es un concepto 100% cultural, que ha cambiado a lo largo de la época, religión y sociedad. Lo importante, es entender que no se trata de un estado físico, sino de una construcción social que ha sido usada históricamente para controlar la sexualidad femenina.
La virginidad desde la antigüedad hasta la actualidad
En la antigüedad
En muchas civilizaciones antiguas, como la griega, la romana o las de Medio Oriente, la virginidad de una mujer antes del matrimonio era considerada una garantía de linaje puro, sobre todo para asegurar que los hijos del esposo eran realmente suyos.
Además, las mujeres eran custodiadas hasta que eran entregadas como esposas vírgenes y su sexualidad era controlada por la familia. Incluso en el caso religioso, la virginidad femenina se presenta como una virtud suprema. En el cristianismo, la figura de la Virgen María elevó la idea de la mujer como el ideal femenino, ya que ella concibió sin el pecado original y mantuvo su virginidad en todo momento, incluso después del nacimiento de Jesús.
Edad Media y modernidad
Durante siglos, la virginidad siguió siendo un requisito para el matrimonio y una prueba de valor moral. En algunos casos extremos, se llegó a practicar la “inspección del himen”, que consistía en revisar el diámetro de la vagina, donde un solo dedo significaba que era virgen y con las mujeres no vírgenes, se podían introducir hasta tres dedos.
O también, existía la “prueba” de las manchas con sangre en las sábanas blancas tras la primera noche de bodas. Que ¡spoiler alert!, muchas mujeres no sangran en su primera vez, y eso no significa nada malo. El himen puede romperse por múltiples razones o incluso no estar presente desde el nacimiento.
En la era moderna, especialmente en el siglo XIX y XX, la virginidad femenina fue asociada al ideal de la buena esposa y madre. Mientras tanto, la sexualidad masculina era celebrada como un impulso natural.
Época actual, redefiniendo la virginidad.
Gracias a los movimientos feministas y a las nuevas generaciones, se está cuestionando cada vez más este concepto. Muchas personas jóvenes ya comprenden que la virginidad no debería ser una etiqueta que defina quién eres o agregue un peso de valor social como persona.
Actualmente, la virginidad es subjetiva y varía entre las personas e individuos. Incluso hay personas que solo creen que la virginidad se pierde con la penetración vaginal o anal, mientras que otras personas con orientaciones sexuales fuera de la heterosexualidad, pueden incluir el sexo oral, masturbación, pequeños toques o roces como la pérdida de virginidad. Hay quienes lo refieren como inaplicable, como el caso del sexo entre vulvas.
Hoy día, el estereotipo de la virginidad ha evolucionado tanto en el ámbito científico como social, al grado que muchos jóvenes ni siquiera utilizan el término, reemplazándolo por “tener tu primera relación sexual” o “tu primera vez”, porque el sexo no te quita nada, te da experiencia, placer y conocimiento propio.
No existe una sola forma de vivir la sexualidad, y no existe una virginidad real que pueda medirse o comprobarse. Lo que sí existe, es tu derecho a decidir cuándo, cómo y con quién explorar tu sexualidad.
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Fuentes:
- El mito de la virginidad. (s.f.) M de mujer. Recuperado de: https://www.mdemujer.org/el-mito-de-la-virginidad/
- Bhowmick, P. (13 de septiembre de 2024). La virginidad revisitada: explorando los valores antiguos en la época contemporánea. Vida 360. Recuperado de: https://cardiffjournalism.co.uk/life360/virginity-revisited-navigating-ancient-values-in-contemporary-times/