Existe una práctica sexual que mezcla adrenalina, exhibicionismo, espacios públicos y, a veces, hasta público espectador. ¿Su nombre? Dogging. Y aunque suene como algo salido de una película de acción para adultos, es más común de lo que crees, al menos en ciertos rincones del mundo.
El dogging es una práctica sexual en la que una o varias personas tienen sexo en lugares públicos o semipúblicos, como autos, parques, estacionamientos o zonas boscosas, mientras otras personas observan (y a veces participan). Suena extremo, pero para muchos tiene un componente muy fuerte de excitación por el riesgo, la espontaneidad y el juego entre ser visto y ver.
El término nació en el Reino Unido, y aunque no es tan popular en América Latina, ha empezado a ganar atención por foros online, redes sociales y plataformas que conectan a gente que comparte esta fantasía. Porque sí, no es lo mismo tener sexo en la playa que salir intencionalmente a buscar que te vean.
Lo que hace que el dogging sea atractivo para algunas personas no es solo el acto sexual, sino todo lo que lo rodea:
- El morbo de estar en un lugar donde podrías ser descubierto.
- La liberación de romper las reglas o salir de lo “permitido”.
- La conexión con desconocidos y el juego del “me ves, pero no me tocas” (o tal vez sí).
- El exhibicionismo y el voyeurismo, dos prácticas sexuales donde lo visual y lo público son protagonistas del placer.
Para quienes lo practican, el dogging puede sentirse como una mezcla de libertad sexual, adrenalina y diversión sin filtros.
¿Es legal?
Aquí es donde se pone serio el asunto. En la mayoría de los países, tener sexo en lugares públicos es ilegal, ya que se considera una falta administrativa o incluso un delito por exhibicionismo. Además, si hay personas menores de edad cerca o si alguien se siente ofendido, las consecuencias pueden ser bastante graves.
Así que, si bien es una práctica real, no es algo que se deba hacer a la ligera. Tiene riesgos legales, sociales y personales que deben considerarse.
Si ya estás pensando en probarlo… ¡Hazlo con cabeza! Si tú y tu pareja (o parejas) están considerando practicar dogging, aquí van algunas recomendaciones clave:
- Consentimiento claro y previo entre todos los involucrados.
- Evita lugares donde puedan verte personas no adultas.
- Toma precauciones de seguridad física y sexual (usa protección).
- Informa a alguien de confianza dónde estarás.
- No pongas en riesgo a nadie ni a ti mismx.
Para algunas personas, el dogging puede ser altamente excitante; para otras, impensable. Pero como todo en el mundo del sexo, lo importante es conocer, respetar y decidir desde la información y el consentimiento.
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Fuentes:
- Corbin, J. (3 de junio de 2015). “Dogging” o “Cancaneo”: la nueva práctica sexual de exhibicionistas y mirones. Psicología y Mente. Recuperado de: https://psicologiaymente.com/pareja/dogging-cancaneo-practica-sexual-exhibicionistas
- Calata, J. (7 de enero de 2025). Qué es el dogging: la práctica de encuentros sexuales con desconocidos y porqué la comunidad LGBT+ usa un término diferente. Trendencias. Recuperado de: https://www.trendencias.com/sexo-y-relaciones/que-dogging-practica-encuentros-sexuales-desconocidos-porque-comunidad-lgbt-usa-termino-diferente
