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Hotwifing: fantasía, libertad y acuerdos

Hotwifing: fantasía, libertad y acuerdos

El hotwifing es una práctica sexual consensuada en la que una mujer (hotwife) tiene relaciones sexuales con otras personas, generalmente hombres, fuera de la relación que mantiene. Esto se da con consentimiento y aprobación total de su pareja. Muchas veces, el esposo o pareja disfruta sabiendo, viendo o incluso participando indirectamente en estas experiencias. 

Esto es una mezcla de libertad sexual, comunicación extrema y un nivel de confianza avanzado. Y por si te lo preguntas, no, no es lo mismo que una infidelidad o engaño, porque aquí todo es hablado, acordado y deseado por ambas partes. 

¿Por qué lo practican las parejas?

La respuesta más corta y práctica es porque a las personas les prende y excita, sin embargo, hay muchas más razones: 

  • Explorar fantasías: muchas parejas tienen fantasías con terceras personas y esta es una forma de llevarlas a la realidad sin traiciones. 
  • Morbo compartido: algunas personas les excita imaginar o saber que su pareja está con alguien más. 
  • Empoderamiento sexual femenino: la mujer toma el control de su sexualidad, decide con quién, cómo y cuándo, mientras su pareja la apoya. 
  • Refuerzo de vínculos: aunque suene algo contradictorio, muchas parejas afirman que practicar hotwifing fortalece su comunicación y confianza.

El hotwifing se parece a una relación abierta si analizamos los puntos anteriores, pero es más específico. Por lo general, solo la mujer es quien tiene relaciones con otros, y la pareja masculina es cómplice o espectador, no necesariamente alguien que también sale con otras personas. 

Aquí lo interesante, es que cada pareja pone sus reglas. Algunas permiten besos, otras no. Algunas quieren detalles después de la cita, otras prefieren el misterio. El punto clave es que todo se habla y se respeta. 

¿Y los riesgos? 

Como en cualquier otra práctica sexual, hay que tomar precauciones. Usar condón, hazte chequeos de salud sexual frecuentemente y acuerda límites claros. También es importante cuidar la salud emocional de ambas partes. Si existe la inseguridad, incomodidad o dudas, más vale frenar y replantear. 

Recuerda hablarlo primero con tu pareja. No lo plantees como exigencia, sino como una fantasía que te gustaría explorar juntos. Escúchense, pónganse límites, y si deciden intentarlo, háganlo de forma segura y sin presiones. 

¿Te gustaría saber más sobre este tipo de fantasías y otras prácticas sexuales con respeto y consentimiento? Entonces te recomendamos seguirnos en nuestras redes sociales oficiales; Instagram, X y Facebook, donde encontrarás información útil y un espacio libre de prejuicios. 

Fuentes:

 

Sexualidad