Prudence marca no lucrativa
Logo de Condones Prudence
Powered by DKT
[Cargando contenido]
Y el orgasmo, ¿para cuando?

Y el orgasmo, ¿para cuando?

Tener sexo no siempre significa llegar al clímax… Y no, no estamos hablando de un “mal desempeño”, sino de una condición real que muchas personas viven sin saberlo: la anorgasmia.

La anorgasmia es la dificultad o imposibilidad para llegar al orgasmo, incluso cuando hay suficiente estimulación y deseo sexual. Ojo, esto no significa que la persona no disfrute del sexo, sino que el momento del orgasmo no llega o tarda muchísimo.

Puede ocurrir en cualquier género, aunque es más frecuente en mujeres o personas con vulva, y muchas veces está tan normalizado que ni siquiera se diagnostica. 

La anorgasmia puede tener un montón de causas, y muchas veces son más emocionales que físicas. El estrés, ansiedad, falta de conocimiento de tu cuerpo, altas expectativas, presión, tabúes, culpas e incluso la ingesta de algunos medicamentos como los antidepresivos, tabaquismo, envejecimiento, problemas ginecológicos, entre otros, pueden ser partícipes de esta condición

Si bien es cierto que mucho de ello se puede librar teniendo un amplio grado de comunicación con tu pareja sexual, es importante también, buscar ayuda en caso de requerirla, terapeutas sexuales, médicos especialistas, entre otros. 

Tipos de anorgasmia

No todas las anorgasmias son iguales, tampoco se presentan al mismo tiempo ni bajo las mismas condiciones:

  • Primaria: cuando nunca has tenido un orgasmo en tu vida.
  • Secundaria: si antes sí podías tenerlos, pero ahora ya no.
  • Situacional: solo ocurre en ciertas condiciones (por ejemplo, masturbándote, pero no con pareja).
  • Generalizada: No puedes tener orgasmos bajo ninguna situación. 

La anorgasmia no es “tu cruz” ni algo que tengas que aceptar de por vida. El tratamiento dependerá de la causa personal por la que se esté pasando. Los tratamientos pueden incluir desde terapia sexual (sí, hablar con un especialista puede ser liberador) hasta ejercicios de autoconocimiento, como la masturbación consciente o técnicas de respiración y relajación. 

Si la causa es física, un profesional de la salud puede ayudarte con tratamientos médicos, cambios hormonales o ajustes de medicamentos. Y si lo que pesa es lo emocional, una buena dosis de apoyo psicológico y comunicación en pareja también puede hacer maravillas. La clave está en no rendirse, explorarte sin juicios y darte permiso para sentir.

Recordemos algo importante: el sexo no se trata solo de llegar, sino de disfrutar el camino. Pero si sientes que ese camino siempre te deja a mitad del recorrido, hay que prestarle atención.

¿Te quedaste con dudas o quieres saber más? Síguenos en nuestras redes sociales oficiales; Instagram, X y Facebook, para más contenido real y sin filtros.

Fuentes:

 

Sexualidad