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Entre más grande… ¿Mejor? Ampliación de pene

Entre más grande… ¿Mejor? Ampliación de pene

Vivimos en una era donde el tamaño del pene se ha convertido en una especie de símbolo de poder sexual. Ya sea en películas, memes, pornografía y pláticas entre compas, refuerza la idea de que es mejor tenerlo más grande.

Aunque hay mucha presión social sobre cuánto debe medir un pene, lo cierto es que el placer no se mide en centímetros, sino en confianza, comunicación y creatividad. Aun así, muchas personas sienten curiosidad o inseguridad sobre su tamaño y buscan opciones para “mejorarlo”. 

La ampliación del pene es un tema que genera mucha curiosidad y también inseguridad. Y si realmente se quiere abordar el tema, primero debemos preguntarnos, ¿qué es lo que orilla a las personas a tomar esa clase de decisiones sobre la ampliación peneana? Ya que en la mayoría de los casos no es un problema físico, sino emocional y social. 

En muchas ocasiones las personas con pene se comparan, viven de expectativas irreales en el porno, sienten miedo al pensar o idealizar que no van a satisfacer a una pareja o incluso se presentan inseguridades por comentarios ofensivos o burlas que dejan huella. 

Así que, antes de pensar en algún tratamiento, pastilla o cirugía, la pregunta clave es: ¿estoy buscando cambiar mi cuerpo porque lo necesito o porque siento que no soy suficiente tal y como soy? Aunque suena duro, es una realidad. 

Métodos de ampliación de pene

La ampliación peneana es cualquier procedimiento, técnica o truco que promete aumentar el tamaño del pene, ya sea en longitud, grosor o ambas. Existen dos grandes tipos: métodos no quirúrgicos y procedimientos quirúrgicos.

Los procedimientos no quirúrgicos pueden abarcar las siguientes opciones: 

  • Bombas de vacío: son dispositivos que succionan sangre hacia el pene, provocando una erección temporal. Pueden usarse para disfunción eréctil, pero su efecto en el tamaño es solo momentáneo.

  • Extensores o estiradores: aparatos que se colocan por horas para “estirar” el pene poco a poco. Requieren constancia y, aunque hay estudios que muestran algún resultado leve, no son milagrosos.

  • Pastillas y cremas mágicas: ¡Cuidado! La mayoría son puro marketing. No existe ningún suplemento aprobado científicamente que haga crecer el pene de forma segura y permanente.

Los procedimientos quirúrgicos abarcan los siguientes procedimientos:

  • Ligadura del ligamento suspensorio: este procedimiento corta un ligamento interno para que el pene “caiga” un poco hacia adelante, ganando longitud externa. El cambio no es extremo y puede haber problemas con la estabilidad de las erecciones.

  • Inyecciones o implantes para engrosar: algunas clínicas aplican grasa del propio cuerpo o materiales sintéticos en el pene para hacerlo más ancho. El riesgo es que con el tiempo puede haber deformidades, bultos o pérdida de sensibilidad.

  • Prótesis peneanas: más orientadas a personas con disfunción eréctil severa, no tanto como solución estética.

Lo recomendable es que si no hay una condición médica que lo justifique, la verdad es que la mayoría de los procedimientos no están recomendados. 

Y lo más importante, la mayoría de las personas con vulva dicen que el tamaño no es lo más importante en una relación sexual. Lo que realmente cuenta es la conexión, el juego previo, la seguridad con uno mismo… ¡Y saber moverse!, claro.

Si estás pensando en hacerte algo, lo mejor es hablar con un profesional, informarte sobre los riesgos y evaluar si es una necesidad médica o una inseguridad emocional. 

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Fuentes:

Sexualidad