Todos, en algún momento de la vida, hemos pasado por esa situación incómoda y a la vez curiosa, una erección inesperada en medio de una clase, en el transporte público o hasta mientras ves una película que nada tiene de erótica. Y si, aunque parezca extraño, es algo completamente normal, tu cuerpo solo está haciendo lo suyo.
Las erecciones no siempre están ligadas a la excitación sexual. De hecho, muchas veces son el resultado de procesos biológicos que tu cuerpo realiza sin pedirte permiso. Durante el día, tu pene recibe impulsos nerviosos y cambios en la circulación sanguínea que pueden detonar una erección, aunque estés pensando en la tarea, comiendo un taco o simplemente caminando.
También influyen las hormonas, sobre todo la testosterona, que en edades jóvenes suele estar bastante activa. Por eso, entre los 15 y los 25 años es más común que las erecciones aparezcan “de la nada”, incluso varias veces al día.
La ciencia detrás del “momento incómodo”
El pene tiene un sistema vascular muy sensible, cualquier incremento en el flujo sanguíneo hacia los cuerpos cavernosos (los tejidos que se llenan de sangre) provoca que se endurezca. Esto puede pasar con estímulos mínimos o incluso sin estímulo aparente. Por ejemplo:
- Cambios de temperatura: salir del frío al calor puede activarlo.
- Movimientos físicos: sentarte de cierta manera, rozar accidentalmente tu ropa o hasta el vaivén de caminar.
- Sueños: seguro has notado que, al despertar, las erecciones son frecuentes; eso también forma parte de los ciclos del sueño.
Y aunque estas solo son ciertas condiciones en las que puede aparecer, hay una condición en la que puede ser muy incómoda, en público. Cuando algo así pase, primero, no entres en pánico. La mayoría de las personas ni siquiera se dan cuenta de lo que está ocurriendo, y si lo manejas con naturalidad, todo pasa desapercibido. Te compartimos algunos tips prácticos que te ayudarán a disimularlo aún más:
- Cambia de posición: si estás sentado, inclínate hacia adelante o cruza las piernas.
- Ropa estratégica: usar ropa interior ajustada y pantalones no tan delgados ayuda a disimular.
- Distracción mental: enfócate en otra cosa, haz respiraciones profundas o piensa en actividades que no tengan nada de eróticas.
- Tiempo: la mayoría de estas erecciones desaparecen solas en pocos minutos, actúa natural y sigue en lo que estabas.
Tener erecciones inesperadas puede ser algo incómodo si se presentan en el momento menos indicado, pero es necesario que saques tus mejores clases de actuación para pasar desapercibido.
Normalicemos lo natural
Aunque culturalmente pueda darnos pena, las erecciones inesperadas son señal de que tu cuerpo funciona bien. No indican que “estás enfermo” ni que “piensas demasiado en sexo”, simplemente son un reflejo natural del organismo.
Hablar de ellas con naturalidad ayuda a quitar el estigma. Y recuerda, todos los hombres las han tenido alguna vez, aunque no lo digan.
Las erecciones inesperadas son parte de crecer y de tener un cuerpo sano. La próxima vez que suceda, respira, piensa que tu pene solo está reaccionando a la vida misma y recuerda que eres más que ese “momento incómodo”.
Fuentes:
- Erecciones espontáneas, ¿vergüenza o vanidad? Qué pasa cuando la excitación llega sin previo aviso. (04 de junio de 2018). Infobae. Recuperado de: https://www.infobae.com/salud/2018/06/04/erecciones-espontaneas-verguenza-o-vanidad-que-pasa-cuando-la-excitacion-llega-sin-previo-aviso/
- Gómez, N. (28 de febrero de 2024). Sexualidad: ¿qué produce las erecciones involuntarias y cómo se pueden controlar?. El tiempo. Recuperado de: https://www.eltiempo.com/salud/sexualidad-que-produce-las-erecciones-involuntarias-y-como-se-pueden-controlar-859705